¿Cuál es la diferencia entre impresión digital y offset?

La invención de la imprenta a mediados del siglo XV por Johannes Gutemberg supuso una auténtica revolución cultural en toda Europa, pero a día de hoy, las técnicas de impresión directa han evolucionado mucho y actualmente podemos encontrar métodos como flexografía, huecograbado, calcografía y serigrafía, risografía, rotativa… No obstante, las dos técnicas más empleadas son la impresión digital y la impresión offset.

• La impresión offset es un sistema indirecto que deriva de la litografía, donde la plancha se moja de forma parcial con agua para repeler la tinta grasa. A través de un láser se dibuja el diseño en planchas de aluminio y se pone una plancha enrollada en el cilindro portaplanchas mientras que otros rodillos van aplicando la tinta. La imagen se plasma previamente en la plancha matriz y se transfiere a un soporte de caucho, desde donde se imprime en la hoja.

• La impresión digital recibe directamente la orden desde el equipo informático que gestiona la máquina impresora, sin procesos intermedios. Se trata de un sistema que no cuenta con planchas de metal, sino con unidades de imagen foto receptoras. Procesa la imagen de manera digital y se imprime directamente en el papel. Dentro del método digital podemos encontrar impresión líquida o tóner en polvo.

1. Coste

Desde el punto de vista económico, si hablamos de tiradas cortas, la impresión digital es la mejor opción, ya que la máquina de impresión offset presenta costes fijos altos debido a la necesidad de fabricar planchas específicas de calidad para cada impresión. Además, hay que contar con el proceso de secado después de la impresión, que ralentiza el proceso y a la vez lo encarece. Eso sí, hay que tener en cuenta que sus costes variables son bajos, ya que el precio por unidad se reduce cuando hablamos de grandes tiradas. La impresión digital sale ganadora si la comparamos en la producción de tiradas pequeñas ya que, aunque también el arranque de las máquinas supone un coste fijo, éste no tiene nada que ver con el de offset. Por ejemplo, en digital nos costará prácticamente lo mismo hacer 10 unidades que 50, pero para una tirada de 10.000 ejemplares nos saldrá más rentable acudir a una imprenta offset.

2. Personalización

Otra de las diferencias que existen entre la impresión digital y la impresión offset es que la primera permite personalizar la información de cada hoja gracias al dato variable, mientras que en la impresión offset todos los ejemplares que se obtienen deben ser idénticos, pues pedir una personalización supondría realizar planchas individuales, lo que incrementaría costes de manera desproporcionada.

3. Tiempo

Igual que con los costes, contamos con plazos fijos. El proceso de preimpresión en offset es mucho más artesanal y supone más tiempo que el del formato digital. Aunque los tiempos están cada vez mejor optimizados, aquí tenemos que contar con la preparación de las planchas y el secado posterior, mientras que en la impresión digital todo es mucho más instantáneo.  Una impresora digital permite manipular los ejemplares nada más salir del horno.

4. Calidad

Tradicionalmente se ha considerado que la calidad de la impresión offset era mayor que la de la impresión digital, pero actualmente solo un experto puede diferenciar dos imágenes impresas con un soporte de caucho y una plancha matriz o con una inyección láser a simple vista.

5. Muestras

El arranque de máquinas fijo en cada tipo de impresión hace que en una sea viable realizar muestras previas y en otra, no tanto. De hecho, lo normal es que, cuando vamos a tener una tirada muy grande, realicemos primero muestras en digital para después arrancar en offset una vez nos encaje todo correctamente. Así podemos chequear maquetación, tamaños y, en parte, colores. Hay que ser conscientes de que el color que consigamos para la muestra en digital será después ligeramente distinto en la tirada offset.

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Poder ver en directo el funcionamiento de las máquinas de impresión te hace entender de dónde viene la denominación de artes gráficas. Por eso, siempre recomendamos hacer una visita en el momento del arranque.

Más allá de conocer en qué consiste el proceso, en el caso de la impresión offset nos permite controlar el color estando presentes en el momento del ajuste del arranque. Este tipo de costumbres se han ido perdiendo con las técnicas digitales. Sin embargo, tienen una importancia altísima. Pruebas de color, ferros, maquetas… siempre sumarán control y perfección a los trabajos y, por tanto, siempre te los recomendaremos.