Sistemas de color: por qué no puedes usar el mismo perfil en online y offline
¿Dirías que puedes ver lo mismo una pantalla que una pared? Parece obvio que no, ¿verdad? Pues eso es lo que pasa con los sistemas de color, que no todos pueden ser vistos igual si cambiamos el soporte. Los hay que solo sirven para ser vistos en pantalla (como el RGB o el HEX), para impresión (CMYK) o una pintura de pared (RAL). Cada uno tiene unos usos específicos y es imprescindible conocerlos y controlarlos antes de mandar a imprimir los archivos, ya que un color con perfil RGB nunca, jamás de los jamases, será igual en la pantalla que impreso.
Como sabemos lo importante que es controlar los colores en las producciones publicitarias, vamos a repasar los conceptos para que al final del post quede claro por qué en una pantalla el color siempre se verá más luminoso, con más brillo. Go!
Sistemas de color RGB y Hexadecimal
Si visualizas una pantalla de ordenador apagada, es negra, ¿verdad? Entonces, podríamos decir que la ausencia de luz en la pantalla, es el negro y que, para hacer que en la pantalla aparezcan el resto de colores, lo que tenemos que hacer, es encenderla, hacer que tenga luz.
Esta es la base de la teoría aditiva de la luz, la base teórica de todos los modos de color que son aptos para pantalla, donde el negro es la ausencia de luz y el blanco, la suma de todas las luces posibles.
Es un concepto complicado de entender porque es justo lo contrario a cómo funciona el color en un papel. Es imprescindible comprender que el color se conforma a través de la suma de luces en los sistemas de color digitales.
RGB
Debe su nombre a sus colores primarios (Red, Green, Blue) y a partir de esos 3 colores generamos todos los demás hasta llegar al blanco.
Un color RGB se escribirá con 3 dígitos, con valores del 0 al 255, separados con una coma. Cada uno de estos números será la cantidad de luz que entra de cada uno de los 3 colores primarios. De esta manera el color negro será el 0, 0, 0 y el blanco el 255, 255, 255.
HEXADECIMAL (HEX)
Podríamos decir que esto, más que un modo de color, es un lenguaje del color. Está basado en el sistema RGB y sirve para, a través de un sistema de números y letras, nombrar cada uno de los colores que existen en el espectro web.
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Un dato interesante sobre sistemas de color digitales es que, pese a estar estandarizados por código (HEX) y creados a partir de un sistema de color basado en la luz, no son perfectos. ¿Qué queremos decir con esto? Pues que no todas las pantallas son capaces de reproducir todos los colores del espectro. De hecho, existe una lista de colores que se verán correctamente en cualquier pantalla: la encontrarás en la Web Safe Colors, y reconoce los 216 colores que se ven exactamente iguales en cualquier pantalla.
Esto no significa que no puedas elegir un color que no esté en esa lista ni mucho menos, ya que hoy en día la mayor parte de las pantallas son capaces de visualizar o simular un color con precisión (el avance tecnológico es lo que tiene), pero si eres muy perfeccionista, usar un color que esté dentro de los 216 de la Web Safe Colors será acierto seguro para que se vea igual.
Sistemas de color para soportes offline: CMYK y pantone
Funcionan justo al revés que los sistemas de color digitales y por eso puede que te hayas llevado algún que otro susto al recibir trabajos impresos que esperabas con un color pero venían con otros. A partir de un soporte blanco, los colores se suman hasta dar el negro. La teoría en la que se basan es la sustractiva. En los colores para impresión, existen 2 modelos de color que predominan, el CMYK y el Pantone. Ninguno de los colores de estos perfiles puede compararse con los que se dan en pantalla sin tener varios factores en cuenta: 1) en pantalla estás viéndolo con luz de la propia fuente, 2) no todos los monitores están calibrados con los mismos valores, 3) la luz natural o artificial que apliques sobre las impresiones modifica el color que ves, 4) como ya te decíamos, soportes distintos equivalen a colores distintos.
CMYK
Es el sistema de color más usado para impresión. Tiene 3 colores primarios a partir de los cuales se conseguirían el resto de colores: cyan, magenta y amarillo. Ahora bien, a estos colores se le suma el color negro para obtener un negro mucho más potente.
Un color CMYK se escribe poniendo el porcentaje de cada tinta que lleva el color, por ejemplo, el 0, 0, 0, 0 sería el blanco del papel, mientras que el negro más potente sería el 100, 100, 100, 100, sin embargo, este color no es muy recomendable usarlo, ya que un porcentaje tan alto de las 4 tintas podría generar problemas en la impresión.
En la actualidad, este sistema de color va mejorando sus colores ya que las máquinas actuales de impresión pueden añadir otros colores como el verde, el naranja o el violeta que enriquecen los colores y amplían la gama cromática de nuestra impresión.
PANTONE
Este sistema de color es el más reconocido y fiable, ya que los colores se fabrican con colores sólidos, es decir, no son la mezcla de 4 colores que se realiza en el mismo momento de la impresión, sino que cada tono es un color fabricado que se incorpora a la máquina de impresión dando así el color exacto. Este sistema tiene una peculiaridad que lo convierte en el más fiable a la hora de reproducir un color: tendrá en cuenta el soporte sobre el que vas a usar el color para hacer que varíe lo mínimo posible, es decir, para imprimir sobre un papel offset o uno brillo, por ejemplo, la mezcla ya irá ajustada.
Eso sí, imprimir en este sistema de color será siempre menos económico que la impresión en CMYK, pues se usará una tinta específica por cada color pantone diferente que tenga tu diseño.
RAL
Por último, tenemos que dedicar un ratito al sistema RAL, un sistema de color que no es digital y tampoco sirve para impresión, detalle que lo puede convertir en desconocido. Este sistema de color se usa para pinturas, plásticos y recubrimientos.
Los colores RAL son 213 colores que se identifican a través de un código de 4 dígitos. Y, como con los colores digitales de impresión, no te puedes fiar 100% de que el color que ves en pantalla sea exactamente el que tú quieres que se aplique, por ello, lo más recomendable es tener una carta de colores física para poder estar seguros de que eliges el color RAL que quieres.
Como puedes ver, los sistemas de color son más complejos de lo que parecen y aquí solo estamos hablando de los más usados y conocidos, los más básicos, vamos.
Está claro que el color es todo un mundo y contar con un profesional que conozca el tema, puede evitarte muchos disgustos. En Keep Doing sufrimos y aprendimos las posibilidades del color y eso nos ha dado la experiencia necesaria para conocer de antemano los riesgos que conlleva cada soporte, digital o físico. Podrás contar con nosotros para un control y seguimiento adecuados en cada trabajo, aunque dirás que por qué y a eso te responderemos: porque aprendimos la lección y somos fieles defensores de las pruebas de color previas.
Elijas hacer tus proyectos con nosotros o no, recuerda esto siempre, por favor: no compares colores en pantalla con colores en papel, NEVER. En el resultado de tus trabajos verás la diferencia.