Cómo diseñar un stand para una feria

Vivimos en un entorno empresarial que venía muy marcado por la competitividad. El marketing ferial supone un impulso para acelerar las ventas de cada marca y el diseño de stand para ferias conlleva meses y meses de preparación, organización, diseño, pero las ventajas que puede llegar a reportar merecen, sin duda, el esfuerzo. Dentro de las oportunidades que puedes encontrar como expositor si te animas a desarrollar un stand para feria, podríamos destacar la captación de clientes, el testeo de nuevos productos, la potenciación de la imagen corporativa, la fidelización y el análisis del mercado y/o la competencia. Así que hoy vamos a centrarnos en contarte cómo diseñar un stand para una feria. 

Si es la primera vez que te planteas adentrarte en este mundo, te contamos en qué consiste rápidamente para que termines de decidirte. ¡Será un sí rotundo! Cada feria es una experiencia (casi siempre positiva) que te deja muchísimos contactos y momentos que recordar. 

Una vez decididas la feria o ferias a las que asistir, comienza la planificación del calendario. Cada evento tiene sus propios plazos y sobre ellos deberás organizar el diseño de tu stand. Tendrás que estar muy pendiente de los límites para la presentación de proyectos, documentación y solicitud de servicios. Los meses previos a la feria son los más importantes, dado que de ellos depende cómo de preparado llegarás a la feria.  

Desde el momento en el que marques tu objetivo de marca, empezaremos a trabajar en el diseño del stand para feria. Habrá que tener en mente el tipo de feria a la que vamos, qué busca el visitante, qué localización se ha conseguido dentro del espacio establecido (isla, parcela de tres, dos o un pasillo) y el presupuesto ideal.  

A partir de aquí, podemos empezar a trabajar en el diseño del stand, que deberá llamar la atención del visitante todo lo posible. Los más espectaculares suelen ser de diseño libre, pero según tu objetivo y presupuesto, también puedes escoger stands modulares que, sabiendo aplicar los elementos gráficos y recursos disponibles, pueden ser todo un puntazo.  

Se diseña, se acuerda un presupuesto siempre de su mano y se comienza a desarrollar el proyecto técnico. Si has decidido apostar a lo grande y vas a encargar un stand de diseño libre que deje a todos impresionados, este paso es imprescindible y algo más largo que en otros casos. La seguridad debe ser lo primero, y aquí incorporaremos a un especialista que asegure todo lo relacionado con la carpintería, los materiales, las medidas, los pesos, los espacios, y que dibuje unos planos para presentarlos junto al estudio realizado. La propia organización de la feria será la encargada de aprobar el proyecto antes del montaje. Durante el proceso de diseño, las imágenes en 3D serán tus mejores aliadas. Te permitirán ver desde un principio y de manera muy sencilla cómo será tu stand. Podrás ir probando unos detalles y otros para dar con la mejor opción. En definitiva, te ahorrará sustos en el montaje, pues ya lo habrás visualizado previamente. 

En paralelo al diseño de la carpintería, es importante que vayas haciendo cuenta de los servicios que quieres ofrecer. Por ejemplo: catering y de qué tipo, dinamizaciones con invitados especiales, show cooking, robots con los que poder interactuar, zona de photocall, zona de reuniones para facilitar el networking, dispositivos audiovisuales con pantallas interactivas, actuaciones… Sin olvidarnos del merchandising. Los regalitos para los asistentes pueden ser clave, y que vengan presentados de formas originales o que consigan impactar en ellos aumentará la afluencia de gente en el stand. De hecho, más de una vez se ha ido corriendo la voz por los pasillos de qué reparte qué marca en qué número de stand y se convertía en un reclamo para las visitas. 

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Por otro lado y volviendo al tema de los plazos, también tendrás que recordar solicitar a la feria en los plazos establecidos los suministros y servicios feriales que sean necesarios. Aquí tendrás que englobar la electricidad, el agua, la limpieza, la seguridad e incluso el catering. Los principales espacios feriales te proporcionan sus propios servicios de catering, seguridad, limpieza o decoración si los solicitas. No obstante, también cuentas con la opción de contratarlos por tu cuenta para ajustar cada pieza del proyecto a tu objetivo. 

El momento crítico llega con el montaje. Todo el esfuerzo anterior se verá reflejado aquí. El margen de reacción es pequeño si algo falla y cada detalle debe haber sido bien definido previamente para que lleguemos y encaje, sobre todo cuando hablamos de carpintería. Pero una vez superada esta fase, solo queda disfrutar y aprovechar el evento para conseguir nuevos contactos, reforzar los habituales y darle un impulso más a tu marca. 

Durante el evento (e incluso desde la primera fase), te recomendamos contar con un equipo audiovisual que recoja imágenes de todo el proyecto. No te arrepentirás del material del que dispondrás después para sacar píldoras que lanzar en redes sociales u otras plataformas.  

Dado el fin de feria, quedará el desmontaje. Normalmente, los stands de carpintería suelen destruirse y retirarse, pero en algunas ocasiones hay elementos que vale la pena conservar: mostradores, rótulos. Incluso hemos llegado a planificar stands reutilizables pensando tanto en el medio ambiente como en la amortización de costes. Esta puede ser muy buena opción si te vas a presentar a varias ferias en las que los espacios que te hayan cedido sean muy similares. 

Más allá de los reportajes audiovisuales, de las ferias podrás llevarte un material valiosísimo: datos e informes de participación para el seguimiento de los contactos realizados. Ya mencionábamos antes los robots, y es que son un elemento muy de moda para recopilar este tipo de información. Si en vez de uno de ellos, prefieres otro método de captación, tienes varios entre los que elegir, incluso será bueno combinarlos.  

Ahora que ya conoces los puntos esenciales a seguir para tener claro cómo diseñar un stand para una feria, ya sabes, da rienda suelta a la creatividad y ¡a por ello!